[id caption = "attachment_50779" align = "aligncenter" width = "580"] The city of Osh, in Southern Kyrgyzstan, was the scene of violent rioting in 2010 that left hundreds dead. Image credit: Paul. La ciudad de Osh, sur de Kirguistán, fue escenario de violentos disturbios en 2010, que dejó cientos de muertos. Crédito de la imagen: Paul. [/caption]

[destacado] Corrupción, expropiación de tierras y la lucha por el control sobre los envíos de narcóticos han jugado un papel importante en conflicto [/standout] a partir de la década de 1990, muchos economistas y estudiosos han argumentado que la diversidad etno-lingüística no sólo es perjudicial para el desarrollo económico sino una fuente de conflictos. Un ejemplo es la antigua Yugoslavia, un país que fue dividido basado en líneas etno-lingüística y religiosas. Además, los países africanos como Etiopía, Angola, Sudán, Chad, República Democrática del CONGO y otros han estado exponiendo recurrentes conflictos 'étnicos' durante décadas.

Sin embargo, estudios recientes comenzaron a indicar que no es diversidad etno-lingüística o racial, sino desigualdades étnicas que son perjudicial para el desarrollo económico. Diversidad etnolingüística puede traer dificultades en el proceso de coordinación y cooperación, pero también ayuda a crear un crisol de cultura y talento, que fomenta la innovación y la creatividad.

¿Dividir líneas en Kirguistán: origen étnico o la economía?

En este sentido, Kirguistán presenta un interesante caso de estudio. Desde la disolución de la Unión Soviética en 1991 y el conflicto que precede allí en 1990, Kirguistán ha experimentado reformas de transición económica y varios cambios en el poder político, seguido por la revolución de los tulipanes en 2005 y una escalada más violenta en 2010.

Ese conflicto de 2010 fue nombrado como un conflicto étnico entre los kirguises y uzbecos, minoría étnica del país. Según estadísticas oficiales, el conflicto llevó a 400 muertes y el desplazamiento de 400.000, con aproximadamente 100.000 cruzando la frontera como refugiados en Uzbekistán, así como la destrucción a gran escala de bienes públicos y privados, especialmente de la vivienda.

Desde 2010, ha habido incidencias de choques en las zonas fronterizas entre Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán, con varias bajas, especialmente en los enclaves poblados étnicos tayikos o uzbecos y rodeado por el territorio de Kyrgyz.

Sin embargo, eruditos hoy en día son escépticos sobre las supuestas raíces étnicas del conflicto, indicando que en muchos casos los líderes políticos de Kirguistán utilizan 'etnicidad' como una herramienta para mantenerse en el poder. Problemas económicos como la corrupción, expropiación de tierras y la lucha por el control sobre los envíos de estupefacientes pasando por Kirguistán han jugado un papel importante en los conflictos. Según el Banco Mundial, casi el 37% de la población en la vida de Kirguistán por debajo de la línea de pobreza y esta cifra ha ido en aumento desde 2010.

Progreso de la consolidación de la paz

[destacado] El proceso de consolidación de la paz será difícil de lograr sin integral desarrollo económico e institucional [/standout] como respuesta al conflicto en 2010, ha habido una afluencia de numerosos programas de consolidación de la paz, implementado por las organizaciones internacionales y ONG locales. El Instituto de investigación de paz internacional de Estocolmo ha sido evaluar la eficacia de dos de los proyectos de consolidación de la paz permanente en Kirguistán.

El primero opera en escuelas públicas en tres regiones del sur de Kirguistán: Osh y Jalalabad de Batken. Está dirigido a fomentar el cambio actitudinal y conductual hacia miembros de otros grupos étnicos entre la juventud escolar.

El segundo trabaja en iniciativas de desarrollo impulsadas por la comunidad dirigidas a aumentar la cohesión social en mono y multi interétnicas comunidades (ayl aimaks) en regiones de Naryn y Osh.

Los resultados finales de ambos proyectos de evaluación de impacto están aún por llegar, pero en algunas de las entrevistas que realizamos en 2014-2015 con jóvenes y sus profesores, se mencionó que las raíces étnicas del conflicto 2010 son a veces demasiadas, y que era de muchas maneras impulsados por la desigualdad social y económica.

En los resultados preliminares de las actividades que llevamos a cabo entre grupos étnicamente diversos de jóvenes para medir su comportamiento, se encontraron que los jóvenes que hoy están suficientemente viejo para recordar que los disturbios de 2010 parecen estar igualmente altruista y confianza hacia los compañeros de otros grupos étnicos.

La necesidad de desarrollo integral

Cuando especulando sobre las raíces del conflicto, mirando hacia atrás en la historia podría ayudar a explicar algunas de las disparidades entre los dos grupos étnicos. Tradicionalmente, eran ambos involucrados en diferentes actividades económicas: los uzbecos en sedimentaria agricultura, artesanía y comercio y los kirguises en pastoreo nómada. Ambas actividades, aunque gratuito, requieren el acceso a la tierra y el agua. Esto se puede encontrar en el valle de Fergana agrícola productiva en el sur del país, compartido por tres países: Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán.

La lucha por los recursos naturales durante la transición post soviética a una economía privatizada estuvo acompañada por una debilidad del estado de derecho, la corrupción y los intentos de los líderes políticos para obtener apoyo de la población basada en sus conexiones étnicas o informales. Esto dio lugar a las incidencias del conflicto que tenía un carácter aparentemente étnico, sino que, fundamentalmente, no romper por origen étnico.

Desafortunadamente, los medios de comunicación social a veces son responsable de reforzar las percepciones negativas acerca de otras etnias y países vecinos, que son difíciles de romper. Desde esta perspectiva, entrenamiento de tolerancia étnica podría ser una de las mejores maneras para abordar temas relacionados. El proceso de consolidación de la paz también será difícil de lograr sin el desarrollo económico e institucional integral para ayudar a proporcionar seguridad a personas, fomentar la actividad económica y disminuir la migración hacia el exterior. Todas estas cuestiones deben tenerse en cuenta al tratar de detener los conflictos violentos en Kirguistán.